
Omega-3. Las semillas de chía son unas de las que más ácido alfa-linolénico tienen, que es súper importante para el corazón, los vasos sanguíneos, el cerebro y para reducir la inflamación.
Fibra. Aproximadamente el 40 % de su masa está compuesta por fibra soluble e insoluble, que favorece la limpieza suave del intestino, la sensación de saciedad prolongada y el control del peso.
Minerales y antioxidantes. La chía satura el organismo con calcio, magnesio, zinc y fósforo, protegiéndolo de la osteoporosis y el envejecimiento prematuro de las células.
Proteínas. Todos los aminoácidos esenciales hacen que la chía sea un complemento útil para la dieta vegetariana.
Sin embargo, a pesar de sus evidentes beneficios, este producto no es seguro para todo el mundo.